lunes, 3 de diciembre de 2012

Estupidez de por la noche

Llevo un tiempo queriéndolo decir, pero tengo miedo de que cambie -para ser sinceros, no es miedo, es sólo que ya me estoy acostumbrando a ello- soy feliz.
De una u otra manera, lo soy. Y quizás sea porque ya no me paro tanto a pensar, que disfruto haciendo lo que quiero, las horas se me van volás. Por fín sé lo que quiero para mi día a día, el caso es que quiero tantas cosas que no se puede llegar a saber. Pero me gusta querer, más y más, no como un bicho que lo absorbe todo, sino la manera en la que se alcanzan.
Hoy no tengo la mente ordenada, sin embargo son los días en que creo tener las cosas más claras. El caso es que cambio tanto de opinión -voy, vuelvo, y llego a la misma conclusión- que no podría nunca describir lo que siento, lo que veo, lo que deseo. O tal vez sí. Pero me gusto así, toda hecha un lío, como cualquier cascos de mp3 metidos en un bolsillo. Y mañana puede que no piense lo mismo.

Quiero ser feliz, y sobre todo, quiero hacer feliz. Pero hay gente que no se deja.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Algo me dejé por el camino...

Y no sé lo que es. ¿Hice mal eligiendo? ¿Qué es lo que tengo? ¿Por qué no lo puedo conservar?

Esta hinchazón que siento por dentro, cómo si me estuvieran hinchando de aire, y separa todas las partes de mi ser, y duele. ¿Quizás esté caminando demasiado deprisa? Tanto que nadie puede seguirme...

jueves, 15 de noviembre de 2012

El tiempo

Y es cierto lo que dicen, el tiempo pasa y las cosas se van olvidando, o al menos haces un hueco dónde guardarlo todo, bajo llave.
Y es que estoy en un punto de mi vida en el que nunca esperé estar, y creo que es el mejor en el que he estado nunca, pero sé que aún quedan muchas más cosas buenas por llegar.
El tiempo lo cura todo, y no sólo eso, sino que además, te da experiencia.

Tengo miedo de volver a lanzarme hacia el vacío, pero no preciso de nadie para recuperarme, tengo el tiempo y eso no me lo quitará nadie más que la muerte.

domingo, 22 de julio de 2012

A fregar

Es como un vaivén, parece que quiero dejarme por tonta. Mis sentimientos, mis pensamientos, cambian constantemente, aleatorios, no me dejan ver con claridad.
Estoy desesperada. No sé qué hacer, no sé qué quiero hacer.

Joder, duele. Esta mierda duele demasiado, me siento desgarrada. Tengo ganas de romperlo todo, de no tener nada.
Tengo serias ganas de clavarme un puñal en el pecho. No para sentir dolor, joder, ¡no quiero sentir más dolor! Pero si tengo ganas de hacerme daño, tanto, que lo demás me parezca un simple corte con una hoja.
Tengo ganas de joderme, de volverme loca -si es que aún no lo estoy- de patearlo todo, que todos me odien.

Llevo rabia, mucha rabia dentro. Tengo impotencia, locura, vicio. Me voy a tirar por un puto precipicio.

Cosas de por la mañana

Tengo el corazón encogido. Está apretado, aplastado, en un rincón, escondido en mi pecho. Le da miedo volver a salir. Le duele todo, está sensible, es frágil.

Es fácil, sonreír y hacer como que no pasa nada. Pero siempre está pasando, se repite en mi cabeza, y no se va, y ahí está, como una brecha en el tiempo, que dicen que algún día se cerrará, pero que ahora quema, arde y quiere salir. Sin darme cuenta, a veces, se refleja en mis ojos.

Intento estar bien, lo prometo; ser positiva, ¡todo tiene algo bueno! pero no lo encuentro, no lo veo, en este camino oscuro, ya se derritió toda la cera, quemándome, me quedé sin vela.

No sé qué hacer, de verdad, no lo sé. Sólo sé que me siento más sola que nunca.

miércoles, 18 de julio de 2012

YingYang

Me siento bien, extrañamente bien, es como una mezcla, el ying y el yang. Siento como si dolor y felicidad se mezclaran en perfecta armonía. Te quiero, pero me duele. Lejos o cerca, parece que el dolor no cesará. Dicen que es el tiempo, aunque no me gusta tener que esperar al tiempo para que cuando quiera haga lo que tenga que hacer. Quiero ser capaz de mirarte y pensar en lo bueno, en lo que fuimos, pero no desear volver a estar contigo. Quiero, quiero estar contigo, pero es imposible. Somos cómo dos polos que se repelen. Y te busco, y haces como que me buscar, y la fuerza nos vuelve a separar. Pero no sé si esto está bien, por eso no sé qué hacer. ¿Y si el tiempo me dice que me equivoqué, que eres lo que más quiero, he querido y querré en mi vida? ¿Y si ya es demasiado tarde? No quiero más riesgos, no quiero tomar más decisiones.
Pero la vida va de eso, de decisiones, de meter la pata o de salir airoso.

La duda, es algo que siempre me ha acompañado. Lo dudo todo, lo cuestiono todo, lo devoro todo.

Ojalá de esta salgamos airosos.

martes, 17 de julio de 2012

Quisiera decirlo

Ojalá pudiera pero es que no me sale. Claro, cómo poder decirlo en realidad puedo, no soy gilipollas. El caso es que ¿para qué? Si no es verdad. Es mentira, y si a la única que tengo que engañar es a mi, lo llevo claro. No puedo, quiero hacerlo, pero no puedo. ¿Por qué es tan difícil? A los demás parece que les funciona. Son tantas cosas las que tengo que aprender... ¡Son mecanismos de autodefensa! ¿Por qué yo no los tengo? ¿Por qué no los desarrollo? Si estoy hasta el culo de sufrir, por qué no puedo parar de hacer las cosas igual. ¿Nada me hará cambiar? ¿Tendré que seguir escondiéndome detrás de esta sonrisa congelada? ¿Seguir sintiendo cuchillazos en el corazón?
No quiero.

Quiero que no me importes, que me des igual, tú y todos. Quiero sentirme más orgullosa de lo que hago que de lo que hacen, quiero sentirme dueña de mi vida y que no se rija por la de los demás. Quiero no esperar nada de nadie, esperar duele. Es algo que siempre hago, esperar. Da igual cuanto tiempo, seguiré esperando, y cada día que pase pesará aún más.

Y estoy escribiendo esto, y la sonrisa no se va, es como una maldición.

miércoles, 20 de junio de 2012

Le fabuleux destin d'Amelie Poulain

No era otro sino la soledad.

Aún huelo a ti

No tengo pensamiento de ducharme.
Tu olor me ayuda a dormir.

martes, 19 de junio de 2012

Pensamientos y otras cosas dañinas

No sé explicar lo que siento. Es como ser una niña chica, estúpida y egoísta. ¿Pero verdaderamente estoy siendo egoísta, o es lo que me quieren hacer pensar?
Pase lo que esté pasando, yo soy el problema. Y no se qué hacer, y nadie me da ayuda, y yo tampoco la busco.

Por qué soy así. Siempre me conformé con lo que recibía, ahora soy como una víbora que se engancha a su víctima y chupa, y chupa.

¿Es tanto lo que pido? ¿Es tan difícil tenerme contenta?
Si vinieras, si tan sólo vinieras a mi, corriendo y me agarraras de la mano, fuerte. Me miraras a los ojos y me didicaras un "te quiero", un "te necesito", "no te vayas"...
Parecerá estúpido, pero lo necesito. Es simple, sólo una vez, en serio, sólo una y me tienes.
Pero no, sé que nunca va a pasar, lo que pasa es que me gusta pensarlo, me hace feliz, aunque luego sea peor. No puedo evitarlo, me gusta imaginarme cosas, ahora incluso, todo lo que me imagino, pienso, me hace sonreir. Ojalá fuera eterno, pero la verdad es que a esa sonrisa efímera le siguen horas de llanto. Estúpidas lágrimas, seguro que he de ser de las personas que más lloran en este mundo. Ojalá pudiera guardármelas y que nadie las viera, ¿por qué las regalo así por así?

Ayer me pasó eso que alguna vez en la vida ha de pasar.
Vas por la calle, sin importarte qué ni quién, tu pensamiento está totalmente colapsado, lo único que puedes hacer es agachar la cabeza para que nadie vea lo que realmente está sucediendo, que nadie note que bajo tu barbilla se encuentra un mar de lágrimas atorado, agarrándose con fuerza para no caer.
La gente no es tonta, es cotilla. Todos miraban preguntándose qué pasaba, todos buscaban algo que denotara la razón, a aquellos ojos rojos e hinchados le pasaban algo.
¡Metérse en vuestros asuntos! A ni uno le dediqué una mirada, quizás me encontrara con varias, pero lo único que hacía era buscarte a ti, tus ojos, que me mirasen y me dijeran todo aquello que no eres capaz de decir, aquello que nunca dirás.

Y sigo pensando, imagino, que llegas a mi casa y me sacas de la cama. Aquel vestido que nunca me estuvo bien, me lo pones y nos vamos por la ventana. Dejando los volantes ver la  ropa interior, en el aire, suspendidos. Y me pides un baile, con una sonrisa tonta, mientras me tomas la mano. Me pegas a ti, puediendo ver sólo tu cuello y disfrutando de tu aroma. Aquel que nunca olvidaré, ¿crees que lo haré? Dicen que cuando pasa mucho tiempo sin olerse, éste abandona tu mente, tu recuerdo, dejando tu imagen innolora, impersonal. ¿Lo crees? Yo me creo, no sólo eso, sino que lo sé, que tu olor está estancado en mi nariz. Y te busca, y a veces cree encontrarte.

sábado, 28 de abril de 2012

Hechos.

No lo entiendo. Soy yo la que se quiere ir, la que no aguanta más dolor, la que se hartó de esperar.
Vas dando vueltas, no aportas nada concreto. Eres tú el que me odia. Y yo sólo se volver a ti, salir herida, volver a ti... No aprendo. El amor que siento es más fuerte que cualquiera de las heridas, pero mi cuerpo se empieza a debilitar, cada día que pasa todo me molesta más.
Como una tonta me quedo mirando a la pantalla, esperando a que me llames, a que me escribas... aunque sé que no pasará. Sé que nunca te vuelves sobre tus pasos, es algo que he de aprender. No dejo de mirar hacia atrás, me da igual aceptar la culpa que no es mía con tal de que estemos bien.
No entiendo cómo te puedes quedar callado, viendo como todo se va, delante de ti. Insegura, y lo sabes, me voy insegura, ¿Por qué entonces tú estás tan seguro de ello? ¿Por qué no te das la vuelta y haces que me sienta querida? ¿Es más fácil irse y preocuparse más tarde de las cosas...?

¿Por qué después de todo lo que me haces sólo tengo ganas de que me abraces, me acaricies la mejilla y digas que nunca más volveremos a estar así? ¿Por qué hago lo que hago?
¿¡Qué coño es lo que hago!? Si siempre estoy pensando en ti, en lo que te puede gustar, en como decirte lo que sea para que salgas, siempre quiero darte una sorpresa, una galleta, un dibujo, da igual. Algo que salga de mí.
¿Quién tiene la culpa? ¿Por qué no lo aceptamos? ¿Por qué me dices que eres el culpable y luego me recriminas que la culpa es mía? ¿Por qué insisto en que es mi culpa cuando después eres tú al que señalo como culpable?

Tengo que ser yo, seguro que soy yo. Si algo he aprendido es que en todos los problemas soy yo la causante, el quid, ese quid que hay que patear y echar de allí.

Si me muero ahora mismo no me importaría. Mejor estar muerta y no sentir nada, que estar viva y sentir que estás muerta.

Mi mundo volvió a derretirse. No me quedan fuerzas para reconstruirlo.

domingo, 15 de abril de 2012

Destinación: hacia ninguna parte.

Y de repente, me dí cuenta, no iba hacia ninguna parte. Sentándome a esperar en todas las estaciones, buscando un destino, un lugar.

Ha dejado demasiada sangre, mi rastro al pasar, lluvia salada, sequedad. Mi palabra terminó por caer, me he fallado, desde lo más hondo. Me daría igual si fuera la única muerta del funeral, pero arrastré mi cuerpo con ellos hacia el agujero, final, donde la flor que resucitaba terminó por marchitar, carcomida por el odio y el dolor, ya no lo pudo soportar...

domingo, 25 de marzo de 2012

Los tiempos que corren

Después de todo lo que hemos aprendido, no somos más listos. De todo lo que hemos aguantado, no somos más fuertes. De todo lo que hemos visto u oído y no somos más cultos.
¿Tiene que venir alguien a decirnos lo que queremos hacer? ¿Son ellos los que eligen por nuestra felicidad?