domingo, 15 de abril de 2012

Destinación: hacia ninguna parte.

Y de repente, me dí cuenta, no iba hacia ninguna parte. Sentándome a esperar en todas las estaciones, buscando un destino, un lugar.

Ha dejado demasiada sangre, mi rastro al pasar, lluvia salada, sequedad. Mi palabra terminó por caer, me he fallado, desde lo más hondo. Me daría igual si fuera la única muerta del funeral, pero arrastré mi cuerpo con ellos hacia el agujero, final, donde la flor que resucitaba terminó por marchitar, carcomida por el odio y el dolor, ya no lo pudo soportar...

0 pensamientos: