Deja que me despierte sobre tu pecho,
caliente mi lecho
casi amantes,
mirándote como si en los ojos tuvieras diamantes.
Bésame en la espalda
atraviesa la espada,
que llegue y toque el corazón,
sufrir una conmoción.
Déjame intentarlo. Déjanos intentarlo.
Ya no hay nada que perder...
sábado, 16 de febrero de 2013
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